Edmund Kemper

Quién es Edmund Kemper

Edmund Kemper, también conocido como “El coleccionista de cabezas“, es un asesino en serie estadounidense que cometió una serie de asesinatos en los años 60 y 70 en California. Kemper es conocido por su estatura imponente de 2,06 metros y su inteligencia, que le permitió manipular a sus víctimas y a los profesionales de la justicia.

Kemper fue condenado por el asesinato de 10 personas, incluyendo a su abuela materna y su madre, con quienes tenía una relación conflictiva. Después de cometer estos asesinatos, Kemper mutilaba y desmembraba los cuerpos, y en algunos casos, incluso conservaba las cabezas como trofeos.

Fue arrestado en 1973 y sentenciado a cadena perpetua en la Institución Correccional Estatal de California en Vacaville, donde todavía está cumpliendo su condena.

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Vida temprana

Edmund Kemper nació el 18 de diciembre de 1948 en Burbank, California. Kemper tuvo una infancia difícil, ya que su padre, Edmund Emil Kemper II, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, era alcohólico y abusivo hacia su madre, Clarnell Strandberg. Los padres de Kemper se separaron cuando él tenía 9 años y su padre se mudó a Butte, Montana, dejando a su madre sola con los niños.

Kemper era un niño solitario y extraño, y sus compañeros de clase lo intimidaban debido a su gran estatura y peso. A la edad de 10 años, Kemper comenzó a tener fantasías sobre matar a su abuela y besó a su maestra en una ocasión, lo que lo llevó a ser internado en un hospital psiquiátrico. A los 15 años, después de su liberación del hospital, Kemper mató a sus abuelos maternos en su casa en Montana.

Después del asesinato, Kemper fue enviado a la Institución Atascadero para Criminales Locos en California, donde fue diagnosticado con esquizofrenia y psicopatía. Kemper fue considerado peligroso para la sociedad y pasó cinco años en la institución antes de ser liberado en 1969. Kemper fue enviado a vivir con su madre en Santa Cruz, California, donde comenzó su carrera como asesino en serie.

Asesinatos de Edmund Kemper

Edmund Kemper es conocido por ser uno de los asesinos en serie más brutales de la historia estadounidense. Entre mayo de 1972 y abril de 1973, Kemper mató a diez personas en el área de Santa Cruz, California. Sus víctimas eran principalmente mujeres jóvenes, incluyendo a su propia madre, a quien decapitó y abusó sexualmente después de matarla.

Kemper comenzó su serie de asesinatos en mayo de 1972 cuando recogió a dos estudiantes universitarias, Mary Ann Pesce y Anita Luchessa, que estaban haciendo autoestop. Kemper llevó a las mujeres a una zona boscosa donde las estranguló y apuñaló. Kemper luego llevó los cuerpos de las mujeres a su casa, donde los desmembró y arrojó los restos a la basura.

En febrero de 1973, Kemper mató a dos de sus compañeras de trabajo, Rosalind Thorpe y Alice Liu, en su apartamento. Kemper asesinó a las mujeres a puñaladas y luego mutiló y decapitó sus cuerpos.

En abril de 1973, Kemper mató a su madre mientras ella dormía. Kemper luego decapitó el cuerpo de su madre y lo sometió a actos sexuales antes de huir en su coche. Kemper más tarde recogió a una amiga de su madre, Sally Hallett, y la mató a tiros antes de huir a Pueblo, Colorado, donde fue arrestado después de confesar sus crímenes a la policía.

En 1973, Kemper fue condenado por diez asesinatos y sentenciado a cadena perpetua en la Institución Correccional Estatal de California en Vacaville. Durante su tiempo en prisión, Kemper ha sido considerado un preso modelo y ha dado varias entrevistas a los medios de comunicación sobre sus crímenes y su vida en prisión.

Después de su captura, Kemper confesó sus crímenes y proporcionó detalles escalofriantes sobre la manera en que llevó a cabo sus asesinatos. Reveló que estrangulaba a sus víctimas y luego las mutilaba y desmembraba. En algunos casos, incluso decapitaba a sus víctimas y usaba las cabezas para realizar actos sexuales.

Kemper también se describió a sí mismo como un asesino en serie que tenía un “instinto de caza” y disfrutaba de la caza de sus víctimas. Además, confesó que era un necrófilo y que tuvo relaciones sexuales con los cuerpos de algunas de sus víctimas.

A pesar de la brutalidad de sus crímenes, Kemper ha sido descrito por muchos como un hombre inteligente y encantador, capaz de manipular a los demás para obtener lo que quería. En la actualidad, sigue cumpliendo su condena en la Institución Correccional Estatal de California en Vacaville, donde ha pasado gran parte de su tiempo trabajando en la biblioteca y enseñando a otros reclusos a leer y escribir.

Juicio y Encarcelamiento

Después de su arresto en Pueblo, Colorado, en 1973, Edmund Kemper fue trasladado a California para enfrentar cargos por diez asesinatos. En su juicio, Kemper se declaró culpable de los cargos y pidió la pena de muerte, pero su solicitud fue denegada y fue sentenciado a cadena perpetua en la Institución Correccional Estatal de California en Vacaville.

Durante su tiempo en la cárcel, Kemper ha sido considerado un preso modelo y ha obtenido una variedad de empleos y privilegios. Ha trabajado en la biblioteca de la prisión, enseñando a otros reclusos a leer y escribir, y también ha trabajado como asistente dental en la clínica de la prisión. Kemper ha participado en programas de tratamiento psicológico en la prisión, y ha sido elogiado por su cooperación y compromiso en la rehabilitación.

En la década de 1980, Kemper fue transferido a la Institución Correccional de California en Folsom, donde ha continuado siendo un preso modelo y ha seguido participando en programas de tratamiento y rehabilitación. A pesar de esto, se le ha denegado la libertad condicional varias veces debido a la naturaleza brutal de sus crímenes y la falta de remordimiento sincero por parte de Kemper.